El Departamento de Justicia de Estados Unidos planea demandar a Texas por su nueva ley que prohíbe prácticamente todos los abortos en el estado, sin excepciones para los casos de incesto o violación, informó el diario The Wall Street Journal.

La nueva ley de Texas, que entró en vigor la semana pasada y prohíbe el aborto a las seis semanas de gestación, cuando puede detectarse el latido del corazón del feto, aunque en muchos casos muchas mujeres ni siquiera saben que están embarazadas. No contempla excepciones en casos de incesto o violación.

Además, permite a particulares presentar demandas civiles contra cualquier persona que ayude a una embarazada a abortar si creen que infringen la prohibición, y ofrece indemnizaciones de hasta 10.000 dólares al demandante si gana el juicio, consigna EFE.

El lunes, el fiscal general de EE.UU., Merrick Garland, aseguró que estaba explorando de forma urgente todas las opciones para responder a la ley de Texas, con el fin de «proteger los derechos constitucionales de las mujeres y otras personas, incluido el aborto», legalizado por el Tribunal Supremo estadounidense en 1973.

Mientras tanto, afirmó que el Gobierno planea aplicar una ley federal de 1994 que protege el libre acceso a las clínicas que practiquen abortos, y castiga a quienes causen daños materiales de forma intencionada a centros que ofrezcan servicios reproductivos.