Tras alcanzar la edad máxima para desempeñar funciones en el Poder Judicial, el ministro Darío Silva Gundelach se acogió a retiro luego de desempeñarse por 48 años en el máximo tribunal y 32 años en la Corte de Apelaciones de Chillán.
“Son 48 años en el Poder Judicial, él y yo estudiamos derecho para ser jueces, nunca ejercimos la profesión y entramos prácticamente juntos a la institución, por lo que yo me veo reflejado en él”, aseguró el presidente de la Corte Suprema, Guillermo Silva, quien además es hermano del ministro que se acoge a retiro.
El ministro Darío Silva Gundelach expresó su agradecimiento y entregó un mensaje a las nuevas generaciones de profesionales: “Que sean estudiosos, responsables, sean celosos en el cumplimiento de sus deberes, de sus obligaciones y sobre todo misericordiosos porque hay que entender también los errores, que son personas las que tienen esta tarea tan difícil de cierto modo, juzgar la conducta de semejante, es una labor que requiere mucha responsabilidad y consideración”, señaló el ministro Darío Silva.
En la ocasión, el presidente(s) de la Corte de Apelaciones de Chillán, Guillermo Arcos, además de destacar la trayectoria del ministro saliente, puso especial énfasis en su calidad humana, característica que le significó variadas muestras de cariño por parte de sus colegas y funcionarios. “Hoy está reunida la Corte Apelaciones para despedir a don Darío Silva Gundelach, un ministro de larga trayectoria y de enormes cualidades humanas, el cual nos deja muchas enseñanzas y la verdad es que yo me siento muy grato, me siento privilegiado y honrado de haber trabajado con él a través de varios años. Don Darío siempre se destacó por su conocimiento, su espíritu colaborativo y por su sentido humanitario ayudando siempre a quien más lo necesitaba demostrando su generosidad”, señaló Arcos
El ministro Darío Fernando Silva Gundelach es abogado de la Universidad de Concepción. Ingresó al Poder Judicial el 8 de junio de 1973 al Juzgado de Menor Cuantía de Linares, para luego trasladarse hasta el Juzgado de Letras de Pisagua donde ejerció como juez. Posteriormente regresó al Juzgado de Menor Cuantía de Linares esta vez como magistrado, prosiguiendo su carrera en los Juzgados de Letras de Constitución y San Javier, para luego asumir en la Corte de Apelaciones de Talca en el cargo de secretario desde abril de 1980.