El histórico segundo juicio político contra Donald Trump, por una acusación de incitación al ataque de enero al Capitolio, empieza el martes con un debate sobre la constitucionalidad de juzgar a un presidente después de que haya dejado el cargo.

Cientos de simpatizantes de Trump asaltaron el Capitolio el 6 de enero tras un encendido discurso en el que el entonces presidente repitió sus falsas afirmaciones de que su derrota electoral del 3 de noviembre era el resultado de un fraude generalizado y les instó a “luchar” para defender al país.

El episodio sin precedentes, en que la multitud atacó a las fuerzas de seguridad, hizo que los legisladores tuvieran que esconderse y retrasó brevemente la certificación formal del Congreso de la victoria de Joe Biden. Cinco personas murieron, entre ellas un agente de la Policía del Capitolio.

El juicio en el Senado es el cuarto proceso de juicio político de un presidente en la historia de Estados Unidos. Pero se diferencia de los demás en que Trump es el único que fue juzgado dos veces por la Cámara de Representantes.

También es el único expresidente que se enfrenta a un juicio en el Senado.

El juicio podría dar pistas sobre el futuro de los republicanos tras la tumultuosa presidencia de Trump, en medio de las agudas divisiones entre los leales al exmandatario y los que esperan que el partido tome una nueva dirección, consigna Reuters.

Los abogados de Trump planean abrir el juicio el martes cuestionando si la Constitución permite al Senado celebrar un juicio de destitución para un presidente después de que haya dejado el cargo.

La mayoría de los republicanos del Senado han abrazado ese argumento, lo que sugiere que los demócratas serán incapaces de reunir la mayoría de dos tercios necesaria para una condena en el Senado de 100 miembros. Los demócratas y muchos juristas rechazan la interpretación constitucional de los republicanos.