Pasadas las 14:00 de ayer despegó desde Santiago el avión que llevará a Nicolás Zepeda a enfrentar el proceso por el asesinato de su ex pareja Narumi Kurosaki en Francia.

A más de tres años de la desaparición de la joven de nacionalidad japonesa en una residencia estudiantil de Besançon, y a la cual llegó para estudiar el idioma local, la fiscalía local mantiene al chileno como único sospechoso del crimen que definieron como un «homicidio voluntario con premeditación».

El caso implicó diligencias en Chile y Francia, que llevaron a que este último presentara la solicitud de extradición, la que terminó siendo confirmada por la Corte Suprema en mayo de este año. Ya el jueves el proceso se concretó luego de algunas demoras producto de la pandemia del covid-19 y paro de vuelos comerciales asociadas a esta.

Junto a escoltas de la policía francesa, Zepeda se subió a un avión Air France que, tras 14 horas de vuelo, lo dejó en el aeropuerto Charles de Gaulle, en Paris.

«Este traslado fue coordinado por la policía francesa y la Oficina Central de Interpol Chile, y con esto se da término al proceso de extradición pasiva que se inició en el año 2017 y durante el cual la República francesa fue representada por el Ministerio Público de Chile, quien solicitó la extradición de Nicolás Zepeda con el objeto que sea trasladado a Francia y juzgado en dicho país por su presunta participación», señaló Antonio Segovia, director de extradiciones del ente persecutor.

Por su parte, el subprefecto Ricardo Quiroz, jefe de Interpol, indicó que el traslado de Zepeda desde su domicilio en Viña del Mar al aeropuerto de Santiago «se desarrolló bastante fluido, ya que tuvimos colaboración de su parte en todo momento. Él estaba muy consciente de esta parte de la extradición, por lo que a la llegada de los detectives se manifestó colaborativo».

Llegando a Francia

De acuerdo a medios locales y el expediente en el que la fiscalía francesa pidió la extradición, el proceso contra Zepeda se llevará a cabo en el tribunal criminal del departamento de Doubs, con sede en Besançon.

Ante ello, señala el portal «L’Union», Zepeda será notificado de la ejecución de su orden de arresto internacional luego de llegar al aeropuerto parisino a eso de las 10:55 de hoy, hora local. Posteriormente, será trasladado por los investigadores a Besançon, donde lo será llevado a tribunales «que dictaminarán sobre su puesta en prisión preventiva», consigna Emol.

En esa misma línea, el portal «L’est Républicain» confirma que en dicha localidad será notificado de la acusación y se decidirá su medida cautelar: «El destino a mediano plazo de Nicolas Zepeda se jugará desde el viernes 24 de julio en el palacio de justicia de Besançon, ante el juez de instrucción por su acusación, y luego ante el juez de libertades y detención (JLD) por posible encarcelamiento provisional».

Para enfrentar el proceso, dice el mismo sitio, Zepeda será representado por la abogada Jacqueline Laffont, quien cuenta con una «impresionante» lista de clientes, entre ellos el ex presidente francés Nicolas Sarkozy. La elección de esta criminalística, añaden, revela una «primera estrategia obvia»: explorar y explotar los más mínimos defectos en el procedimiento.

 

Juicio podría ser en 2021

Lo ocurriría después con Zepeda lo recoge el medio «Infofrance». Señala que los tribunales franceses definirán si llevar a cabo pericias psiquiátricas y psicológicas «para comprender mejor los elementos de personalidad» del indagado. Y si bien la investigación por parte del fiscal de Besançon, Etienne Manteaux, ya estaría completa, la defensa del chileno podría solicitar algunas diligencias.

«¿Cuál será la estrategia de defensa de Nicolas Zepeda, que permaneció en silencio durante sus audiencias ante la justicia de su país?», planteó el medio, agregando que, si bien su defensa puede pedir la realización de algunas pesquisas, «juegan contrarreloj a riesgo de ver alargarse la detención preventiva de su cliente».

«También pueden solicitar que se lleve a cabo un juicio, sin realizar nuevas solicitudes de documentos. Otro escenario, Nicolas Zepeda confiesa e informa a los investigadores sobre lo que sucedió y dónde está el cuerpo del estudiante», añaden. Cercanos al caso señalaron que el juicio en cuestión iniciaría recién en 2021.

 

El caso

La indagatoria en cuestión remonta a principios de diciembre de 2016, cuando la joven que tenía entonces 21 años y vivía en una habitación de la ciudad universitaria de Besançon, desapareció. A la fecha, su cuerpo aún no ha sido encontrado.

El 15 de ese mes, la desaparición fue comunicada parte de la universidad, mientras que el fiscal a cargo de la indagatoria, Etienne Manteaux, viajó a Chile en abril 2019 para participar en el un interrogatorio que realizó la fiscalía Centro Norte a Zepeda. El joven, sin embargo, prefirió no declarar.

De acuerdo al expediente que hizo llegar la fiscalía francesa a la Corte, la última persona que la vio a Kurosaki fue su ex pareja, Nicolás Zepeda, y fue este quien la habría asesinado en la residencia de la víctima. Los antecedentes del caso detallan que, si bien nadie más tuvo contacto con Kurosaki desde el 5 de diciembre, su familia y novio francés recibieron mensajes que parecían ser enviados por ella hasta el 12 de diciembre.

Este último indicó a la policía que, por diversas razones, los mensajes no parecían provenir de la joven, «sino de otra persona que se hacía pasar por ella». «A.D.P., que estaba en relación con la familia de Narumi KUROSAKI en Japón, explicaba que tenían sospechas en cuanto a la implicación del ex novio de Narumi KUROSAKI, Nicolas Humberto ZEPEDA CONTRERAS que describían como muy acosador y posesivo», señala el expediente que además agrega que, de acuerdo a lo constatado, el chileno estuvo en el país desde el 30 de noviembre al 7 de diciembre de 2016.

Según estos mismos antecedentes, Zepeda habría comprado el 1 de diciembre detergente, combustible líquido, una caja de fósforos, y que había sido visto en la residencia estudiantil. Evidencia también relata que ambos estuvieron juntos ese 4 de diciembre por la noche, que volvieron a la residencia y que cerca de las 2:15 del 5 de diciembre»algunos estudiantes escucharon gritos seguidos de alaridos espantosos».

Tras revisar la habitación de la joven, los investigadores encontraron su único abrigo, todos sus zapatos, tarjeta bancaria y dinero en efectivo, descartando que Kurosaki hubiese dejado la residencia «voluntariamente, en pleno invierno». En el lugar solo faltaba una maleta y la frazada de la cama. Se encontraron huellas de Zepeda en una taza, un cuchillo, una camiseta, una botella de agua, una pared y en el baño.