El Noveno Juzgado Civil de Santiago condenó a la empresa Ruta del Maipo Sociedad Concesionaria S.A., a pagar una indemnización total de $290.000.000 (doscientos noventa millones de pesos) a los ocupantes de automóvil que sufrieron graves lesiones en un accidente provocado por residuos de volcamiento de camión que no fueron retirados oportunamente de la vía.
En la sentencia (causa rol 8.445-2018), la magistrada Lidia Poza Matus condenó a la concesionaria de la Autopista del Maipo por su responsabilidad por la falta de mantención de la calzada y de las barreras de contención, cuyo mal estado agravó las lesiones de los demandantes.
«Que todas estas normas legales y contractuales configuran el estatuto al cual debe regirse la concesionaria, las que implican la obligación de mantener la obra vial en estado de servir a su propósito sin causar daños a terceros. Siendo responsable por lo tanto de la limpieza de la calzada y de la instalación y reparación adecuada de las barreras que deben servir para contener accidentes de este tipo y no para agravarlos», plantea el fallo.
La resolución agrega que: «además los artículos 1545, 1546, 1547, 1551 N°3 del Código Civil, determinan que a consecuencia del incumplimiento de sus obligaciones contractuales la demandada debe indemnizar los daños producidos y que conforme al artículo 2329 del mismo cuerpo legal pueden ser además los daños morales».
«Que por haberse acreditado entonces también los daños y su entidad, se fijará por este tribunal prudencialmente su monto en $200.000.000 para la demandante Natalia Díaz Soto y para el demandante Ricardo Díaz Figueroa la suma de $90.000.000, teniendo como criterios para ella, la circunstancia de ser una mujer joven, madre, estudiante y trabajadora cuyas posibilidades de desarrollo personal se han visto drásticamente modificadas y limitadas, dado que la mutilación de miembros importantes como han sido sus piernas le provoca una incapacidad de movilización y autonomía que no podrá revertir. Y a su padre por la edad de 46 años, en plena etapa productiva, proveedor de una familia y que dado su oficio de soldador requiere esfuerzo físico como arrodillarse o mantenerse de pie, seriamente limitado en la actualidad por la amputación y con una incapacidad del 40% según se acredita con la ficha clínica», añade.