Óscar Muñoz vestía una camisa celeste y pantalón verde oscuro. Solo llevaba una carpeta y sus lentes. Al llegar se veía tranquilo, pero su expresión cambió con la presencia de cámaras de televisión. Tratando de mantener un perfil discreto, el imputado entró a la sala del 7° Tribunal Oral en lo Penal de Santiago.

Así, exactamente a las 9.05 de ayer comenzó el juicio contra el exsacerdote y excanciller del Arzobispado de Santiago, Óscar Muñoz Toledo (57), acusado de cometer una serie de delitos sexuales en calidad de reiterados, entre ellos abuso y violación.

Según la acusación de la fiscalía, las víctimas son cuatro, todas menores de edad, por hechos aparentemente ocurridos entre 2006 y 2018.

En medio de la crisis de la Iglesia Católica en Chile por el tema de abusos, este caso, producto del rol que desempeñaba Muñoz en la arquidiócesis, se convirtió en uno de los ejes emblemáticos. Y, hasta el momento, en el primero que llega a juicio.

La audiencia se extendió por casi cinco horas. En ella, el otrora sacerdote -expulsado del estado clerical por el Para Francisco en noviembre del año pasado- aseguró al tribunal estar “sin profesión, por el momento”, consigna La Tercera.

En el alegato de apertura el ente persecutor detalló cada uno de los cuatro supuestos delitos. “Son diversas las penas que se piden, que en total suman 41 años de cárcel”, dijo el fiscal Javier Jacir. El abogado defensor, Gabriel Henríquez, señaló que “Óscar está tranquilo desde el punto de vista jurídico, pero desde el punto de vista personal y humano no tenemos nada que decir, es algo muy complejo”.