Faltaron sólo cuatro votos para aprobar la reforma para restablecer el voto obligatorio en elecciones populares, que el pasado 18 de diciembre de 2019 fue aprobada por 96 votos a favor, 33 en contra y dos abstenciones, pero que debió pasar por la Comisión de Gobierno Interior para un segundo informe, dada la presentación de indicaciones, y así ser sometida a una votación.

Así, ayer martes, la aprobación finalmente no se logró, ya que esta vez fueron menos los diputados que votaron a favor (89), mientras que aumentaron a 44 los que se inclinaron por el rechazo y 15 se abstuvieron.

El resultado de este paso por la Cámara de Diputados generó críticas hacia algunos parlamentarios de oposición que votaron en contra de la iniciativa. Sin embargo, fueron en su mayoría los diputados oficialistas quienes cambiaron su opción entre una votación y otra.

El rechazo y abstención de Chile Vamos

La discusión previa se vio marcada por los dichos del ministro Secretario General de la Presidencia, Felipe Ward, quien, tras la primera votación y previo a la segunda, en entrevista con El Mercurio afirmó que “lo hemos conversado con Chile Vamos, conocen nuestra opinión y existe bastante coincidencia en que en este momento no es la mejor respuesta desde la política el obligar a las personas a votar, sino que trabajar en mejores incentivos para ello”.

Considerando este antecedente, el diputado RD Giorgio Jackson acusó que “casi todo Chile Vamos rechazando con calculadora en mano después de bajada de línea desde La Moneda. Piñera y poderes fácticos deben estar celebrando”.

Durante la votación del martes, varios diputados de Chile Vamos que habían votado a favor en la primera instancia decidieron rechazar la medida o abstenerse.

De esta forma, pese a votar a favor durante la primera fase, ayer se abstuvieron los Evópoli Sebastián Álvarez, Sebastián Keitel y Andrés Molina junto con los RN Bernardo Berger, Francesca Muñoz, Luis Pardo, Leopoldo Pérez, Jorge Rathgeb, Alejandro Santana y Cristóbal Urruticoechea.

En tanto, luego de mostrarse a favor, votaron en segunda instancia en contra los Evópoli Pablo Kast y Francisco Undurraga, además de los RN Ramón Galleguillos, Frank Sauerbaum y Andrés Celis.

Emplazado por su par Jorge Brito (RD) sobre el actuar del bloque de derecha, Celis contestó en su cuenta de Twitter que “yo creo en la libertad de las personas, nadie te impide que no votes y aquellos que lo hagan debieran tener incentivos como mayor puntaje para postular a subsidios para viviendas, trabajos en la administración pública, rebaja en el transporte público, etc”.

Luego, el parlamentario de RN citó la Declaración Universal de los Derechos Humanos para justificar sus razones para votar en contra del voto obligatorio, afirmando que “la voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público”.

“El sufragio tiene por objeto precisamente la participación del pueblo, como una forma de manifestar y dar a conocer la voluntad”, indicó Celis, para luego agregar que “la voluntad se expresa mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal, y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto, como una forma de manifestación soberana, pero no obligatoria“.

Los votos de la oposición

Más polémica causó el rechazo por parte del diputado humanista Florcita Alarcón, quien justificó su voto en contra argumentando que “el voto no sirve de nada”. En la primera votación, sin embargo, Alarcón había votado a favor.

“Qué bonito. Querían voto voluntario y ahora los queremos obligar. ¿Pero qué valor tiene actualmente el voto en esta Constitución?”, cuestionó el parlamentario durante su discurso en la sala. “¿Cómo hacemos que sea atractivo votar? Que el voto sirva para algo. Entonces, ¿para qué sirve el voto? Para nada. ¿El ciudadano siente que su voto tiene resultado? No. ¿El voto es atractivo? No”, continuó Florcita Alarcón.

“El tema no es si el voto es voluntario u obligatorio, porque en esta Constitución el voto no vale nada (…) no sirve votar“, expresó el parlamentario humanista dando sus razones para votar en contra del voto obligatorio, asegurando que tal vez, con un cambio constitucional, el sufragio vuelva a tener un valor.

Luego de la votación, en redes sociales comenzó a viralizarse un tuit de Alarcón de 2011, donde afirmaba que “sin voto obligatorio e inscripción automática, el voto seguirá siendo útil sólo a la elite dominante”.

Lo cierto es que, días antes, el entonces músico se había mostrado abiertamente a favor del voto voluntario e inscripción automática.

Otros de los diputados que recibieron críticas fueron Pamela Jiles (PH) y Feliz González (FRVS), ambos votos en contra de restituir el voto obligatorio. Sin embargo, ambos ya habían rechazado la iniciativa en la primera instancia.

En su discurso en el hemiciclo, González explicó que “el voto obligatorio no le sirve al movimiento social, solo le sirve de oxígeno a la ex Concertación, en especial a la DC”.

“Haría que el voto de las personas movilizadas valiera menos y pesara más el acarreo. Las verdaderas democracias son con voto voluntario”, agregó el parlamentario, dando sus razones para votar en contra del voto obligatorio.

Fuente: El Dínamo