La jurisdicción de San Miguel concluyó una serie talleres de liderazgo de seguridad en situaciones de crisis o emergencia, actividad realizada en conjunto con la Asociación Chilena de Seguridad y organizada por la Corporación Administrativa del Poder Judicial, la que contempló encuentros con jueces, secretarios, administradores y representantes de los jefes de unidad y funcionarios de los tribunales de San Bernardo, Melipilla, Talagante, Puente Alto, San Miguel y Buin.
Estos talleres de liderazgo en crisis tuvieron por objeto potenciar la seguridad y cuidado de las personas y entregar herramientas concretas a los funcionarios, especialmente en etapas de crisis o emergencia, valorando a cada estamento, lo que se traduce en un mayor compromiso institucional.
Andrea Tognarelli, consultora en seguridad estratégica de la ACHS explicó que «este trabajo se inició gracias a una alianza estratégica entre la ACHS con una empresa de seguridad llamada DECRA para estudiar la seguridad humana, vale decir cultura, liderazgo y comportamiento. Esto comenzó a fines de 2018 con una muestra de algunos tribunales respecto a cultura organizacional. A partir del estallido social, La corporación administrativa a través de su prevencionista de riesgos detectó la necesidad de comunicaciones más claras, de soluciones más prontas, mayor presencia de los ministros, incentivos al teletrabajo, entre otras aspectos y en general todos los tribunales tenían medidas de acciones pero había una necesidad de reforzar esas medidas. En algunos tribunales se sintieron más solos, abandonados, entonces lo que hicimos fue programar una serie de talleres para que los funcionarios pudieran detectar aquellas exposiciones a riesgos que habían tenido y las acciones que habían sido efectivas y en las cuales reconocieron los liderazgos a nivel de equipo, y por otro lado generar participación activa de los ministros como una forma de reconocer las buenas practicas».
En tanto la ministra María Alejandra Pizarro Soto señaló que «creo que lo central de la actividad fue generar un reconocimiento respecto a la manera en que enfrentaron la situación los tribunales a partir de todo el problema social, también tomar conciencia respecto al rol que cada uno había tomado en esa contingencia, lo valioso que era aportar y estar atento a recibir instrucciones y como corolario de todo relevar las figuras de liderazgos en los tribunales, no solo de las cabezas sino también de otros funcionarios que ejercen tareas que podían impartir ciertas instrucciones y sumado por cierto a las instrucciones provenientes de la Corte de Apelaciones de San Miguel».
«Fue una actividad provechosa -agrega- que está en calidad de piloto por el momento y como toda actividad grupal tiende a repasar acciones que salen de lo ordinario, es decir que no forman parte del trabajo diario y no están escritas ni establecidas para situaciones de crisis. Yo creo que fue bueno porque en la medida en que los asistentes de los talleres se enfrenten a este tipo de dinámicas el resultado siempre es provechoso, y estoy segura que estas actividades después se transforman en un boca a boca y se traspasan al resto de la organización. Las palabras claves son reconocimiento, visualización, confianza, seguridad y reformular la actitud de cada uno frente a situaciones y acciones de seguridad dentro de los tribunales, no como algo que resuelven otros sino que relevar y poner de relieve la importancia de actuar en equipo».