Casi todo se iba a desarrollar en el barrio Lastarria, cerca de la Plaza Italia. Así se había planificado desde que, hace un año, partió la organización del II Congreso Internacional de la Asociación Internacional de Juristas de Derecho de Familia (Aijudefa). Pero llegó octubre y del centro cambiaron al Hotel Cumbres Vitacura, ubicado en avenida Pdte. Kennedy Lateral 4422, Vitacura.
Es así como hoy, y también los días 4 y 5 de esta semana, se realizará el simposio que preside la abogada Daniela Horvitz. La inauguración será en la Corte Suprema y asistirán las máximas autoridades de Justicia del país. Y desde el extranjero llegarán 130 especialistas de 13 países.

—¿De qué manera la crisis social en Chile ha impactado en los tribunales de familia?
—Desde el punto de vista práctico, los tribunales de familia han hecho un esfuerzo importante de mantenerse activos, de seguir tomando las audiencias, de continuar con sus jueces trabajando, con los funcionarios operando. Porque los conflictos de los cuales conocen los tribunales de familia no pueden esperar. Ahora, cómo va a repercutir esta crisis social en los tribunales en un breve plazo, va a ser impactante.

—¿Por qué será ‘impactante’?
—Porque la crisis económica donde primero se va a ver es en el tema de las pensiones alimenticias, por ejemplo. El nivel de tensión y de crisis en la salud mental de la población va a repercutir directamente en los temas de conflicto de cuidado personal, de régimen comunicacional, etc.

El golpe en los niños vulnerados
De modo similar, la participación de menores en las protestas y en los actos de vandalismo necesariamente está pasando por el sistema judicial. ‘Algunos, por los juzgados de garantía. Pero tantos otros por los sistemas proteccionales. Porque al final este estallido social, ¿qué es lo que ha dejado ver, entre otras cosas? ¡Mucha infancia vulnerada! Los niños que están hoy día en la calle encontraron en estas protestas una especie de hogar. Eso probablemente se pudo haber resuelto si hubiéramos tenido un buen sistema proteccional de infancia vulnerada que hubiese dado respuestas en tiempo y adecuadas. Pero resulta que hoy día, cuando llega un niño vulnerado al tribunal de familia y se quiere hacer una atención psicosocial, por ejemplo, el programa de atención psicosocial tiene una lista que significa un año de espera. O sea, ya no tiene que ver cómo resuelve el juez, sino cómo hace la intervención psicosocial, si eso no depende del tribunal’.

‘Yo no soy partidaria de adultizar a los niños’
Sobre pensión alimenticia, le inquieta que en Chile los hijos tienen derecho a recibir pensión alimenticia hasta los 28 años si están cursando estudios superiores.
‘No parece razonable que, en cambio, la tutela parental, este cuidado personal que tienen los padres sobre los actos de los hijos, dura hasta que son mayores de edad, hasta los 18 años. Entonces, se dan casos en que un padre le tiene que pagar pensión alimenticia entre los 18 y los 28 a su hijo sin poder pedirle ni siquiera las notas de cómo le va en la carrera, porque no tiene autoridad parental porque se acabó a los 18 años, que es la mayoría de edad’.

—¿Y qué le parece, como abogada de familia, que se esté pensando en que participen los menores de 16 años en el proceso constituyente?
—Yo no soy partidaria de adultizar niños. Tenemos que definir hasta cuándo van a ser niños. Como sociedad nos deberíamos preguntar: ¿Corresponde? Si van a participar en el proceso constituyente a los 16, entonces tienen que poder ser civil y penalmente responsables. Mi punto va en que seamos coherentes. No pueden algunos sostener que está bien condenar penalmente a un niño de 14 años, pero que no pueda elegir a su representante sino hasta los 18. Ni está bien decir que puedan ir a la Asamblea Constituyente a los 16, pero que no tengan responsabilidades civiles ni penales sino hasta los 18 años.

—En esta crisis, las redes sociales están teniendo protagonismo. ¿Qué peso tienen las denuncias en las redes?
—Lo que pasa es que estamos entregados a que la masa, el público, sea la que juzga a las personas, sin procedimientos, reglas o protocolos de ninguna especie. La sociedad como masa juzga a los individuos y la masa es como la pregunta ¿quién fue? Fuenteovejuna fue. La masa es todo, pero ninguna a la vez.

Fuente: El Mercurio