Una corte brasileña comprometió ayer la situación judicial del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva al ratificar y aumentar una condena en su contra por corrupción y lavado de dinero. En una decisión unánime, los tres jueces del tribunal regional de la cuarta región, en Porto Alegre, Joao Gebran, Leandro Paulsen y Carlos Thompson, confirmaron la sentencia por haberse beneficiado de reformas en una finca en Atibaia, Sao Paulo, presuntamente pagadas por las empresas constructoras Odebrecht y OAS.
Pese a que la defensa de Lula había pedido la anulación de la condena amparada en un reciente fallo del Supremo Tribunal, los magistrados confirmaron los delitos y además decidieron elevar la pena de 12 años y 11 meses de prisión a 17 años y un mes de cárcel.
El fallo de ayer, proferido en segunda instancia, no afectará la situación inmediata del líder del Partido de los Trabajadores, quien recuperó la libertad el 8 de noviembre. Sin embargo, es un paso más hacia la eventual confirmación definitiva de la condena que lo podría conducir nuevamente a la cárcel.