Aun cuando en la Cámara Alta existe conciencia de rebajar la dieta parlamentaria, la forma en cómo se aprobó por parte de diputados de la comisión de Constitución es lo que generó diferencias entre las dos cámaras.
La controversia se dio veinticuatro horas antes en la sala de la comisión de Constitución. Ahí se situó la divergencia al ser convocados los diputados a votar una indicación para reducir a la mitad los sueldos de los parlamentarios, la que con el transcurrir de los minutos mutó a hacer extensiva la reducción a los altos sueldos de los tres poderes del Estado y a las asignaciones.
Así, se pasó de una a cinco indicaciones puestas en votación. El derrotero de la sesión fue complejo, marcando su punto más difícil cuando el presidente de la comisión, Matías Walker (DC), se enfrentó al autor de una de las propuestas, el diputado del Frente Amplio Gabriel Boric, luego de que este le efectuara un emplazamiento.
‘Presidente, está haciendo una trampa’, dijo el diputado por Magallanes. ‘Diputado Boric, no le permito que diga eso, el reglamento me faculta para presentar cualquier tipo de indicación. No le voy aceptar ese calificativo de ninguna manera. Retírelo del acta’, así fue la disputa entre Boric y Walker, la que escaló al no existir acuerdo en torno al procedimiento de votación definido por el diputado DC.
Asignaciones
Después de aprobada la rebaja de sueldos, se puso en votación la disminución a la mitad de las asignaciones parlamentarias. Ahí se registró otro episodio tenso. Los diputados frenteamplistas Boric y Jackson fueron varias veces a conversar con el autor de la indicación, el UDI Juan Antonio Coloma.
Los diálogos paralelos eran constantes, al punto de no permitir la normal continuidad de la sesión, por lo que la campanilla para retomar el orden en la sala sonó varias veces por parte de Walker. El momento lo hacía más difícil la presencia de más de una decena de asesores parlamentarios que llegaron a la comisión alertados por la votación de una indicación que les podría afectar directamente.
Con carteles y abucheos expresaron su descontento, porque al recortar las asignaciones, la opción inevitable para los parlamentarios será reducir a parte de su staff, así como gastos operacionales y asesorías, reclamaron quienes ayer protestaron en el sector del Pensador de la Cámara.
Sobre esa disminución, la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, dijo entender que se debe ‘dar una señal pública, entiendo que es importante para la ciudadanía, a mí me parece que además debiese haber un menor número de parlamentarios, pero es un tema que hay que evaluar en conjunto, porque desde el punto de vista económico, es más bien simbólico que significativo en las finanzas públicas’.
Otro de los cuestionamientos surgidos de parte de los senadores apuntó a la idea de hacer extensiva la rebaja a todos los poderes del Estado. En cifras del Banco Central (BC), serían casi 12 mil funcionarios con altos sueldos del sector público los que se verían afectados.
Ante esa situación, que aplica de manera transitoria hasta que se defina una fórmula de fondo por el BC, el presidente del Senado, Jaime Quintana (PPD), expresó que ‘no puede un poder del Estado determinar las dietas de otro distinto, tiene que hacerlo un ente neutral’, agregando que respalda la reducción de los sueldos de los legisladores, pero que ‘si le vamos a pedir a otro ente que revise las dietas, es contradictorio fijar nosotros mismos un guarismo previo’.
La ampliación de la rebaja a otros poderes del Estado corresponde a una indicación presentada por el oficialismo aprobada por 7 votos a favor, 5 en contra y la abstención de Walker, quien admite que lo tramitado no ha dejado de sorprender a algunos. ‘Por cierto, hay inquietud del Poder Judicial’, planteó.
Se vota el miércoles
La reforma se pondrá en tabla en la Cámara el próximo miércoles, señalaron en la Corporación. De ahí pasa al Senado y podría comenzar a regir la rebaja de dieta durante el primer semestre de 2020. Inicialmente de manera transitoria; luego será el BC quien defina cómo aplicará el reajuste. Y el martes se espera el ingreso de una indicación del Ejecutivo para dar un contorno a la discusión, esperan en la comisión.
Al respecto, el senador UDI Víctor Pérez estima que hay ‘claridad en el Senado, en que tenemos que trabajar en esa dirección y estudiar el tema. Los guarismos deben ser discutibles y debatibles, pero es un hecho que tiene que haber una rebaja parlamentaria’.
‘Seriedad’
En paralelo a lo inédito de las indicaciones aprobadas en la Cámara, el senador RN Manuel José Ossandón cree que debe haber estudios del tema, el que se debe ‘tomar con mucha más seriedad, porque no se puede mezclar a los funcionarios que trabajan ni tampoco hacerlo al voleo de todo el aparato público. Hay mucha irresponsabilidad, porque una cosa es el sueldo de los parlamentarios, que está bien, hay que bajarlos y eliminar los privilegios, ningún problema, pero las asignaciones son las platas para cumplir con la pega’.
Sobre el punto, el presidente de la comisión de Constitución del Senado, Felipe Harboe (PPD), indicó que la ‘rebaja de la dieta es inminente y un hecho de la causa, pero hay que ver bien no solo los porcentajes, sino un criterio objetivo; no me parece que se legisle solo para la galería. Esta tiene que ser una ley basada en términos objetivos y no solo la presión popular, porque hemos tenido protestas de funcionarios del Congreso y casos caídos en el Poder Judicial’.
Quintana, por su parte, también criticó la rebaja en las asignaciones: ‘Afectar a los trabajadores es un despropósito. Es populismo’.
Fuente: El Mercurio