Desde que empezó la crisis el 18 de octubre pasado, en el país se han registrado episodios de vandalismo y las autoridades han advertido altas cifras de detenidos por saqueos y desmanes a la propiedad pública y privada. De hecho, el lunes 21 de octubre fue el día con más arrestados en Santiago del que recuerden jueces, fiscales y defensores. Ese día llegaron al Centro de Justicia y a los Tribunales de San Miguel 682 imputados por delitos relacionados con el estallido social. Luego, el 13 de noviembre, el Ministerio de Interior se querelló por 91 hechos violentos en el país.
Pese a esta situación, según estadísticas de Gendarmería, el número de personas que ha ingresado a las cárceles en Chile durante la crisis ha disminuido en comparación al mismo periodo del año pasado.
Entre el 18 de octubre y 18 de noviembre de 2019 han entrado 2.521 imputados a penales de Chile y, en el mismo periodo de 2018, fueron 2.871, lo que significa una disminución de un 12% (ver infografía). Y entre el 18 de octubre y el 18 de noviembre de 2017 ingresaron 3.339 imputados a prisión, lo que equivale a un 26% menos que en el mismo periodo de este año.
¿Cómo se puede explicar que menos personas estén ingresando a la cárcel en un mes marcado por un alto número de detenidos por presuntos actos vandálicos? El ministro Lamberto Cisternas, vocero de la Corte Suprema, explicó que hay diversos motivos que podrían estar incidiendo en este resultado.
‘Un factor que tiene que influir es la circunstancia de que la gente llevada a control y formalizada no es tanto por delitos comunes, sino por situaciones motivadas del problema de las manifestaciones y líos callejeros. Entonces, no son cuestiones mayores que ameriten prisión preventiva’, explicó.
Consultado si puede estar bajando el nivel del trabajo preventivo de las policías, señaló que ‘en alguna medida sí, porque están estos otros elementos que podríamos llamarlos, que están concentrados por lo menos en los carabineros muchas de estas cuestiones de tipo callejero, violentas, etc. y no tanto en la persecución penal de los delitos que, además, pasan desapercibidos frente a la situación general. En cambio, en una situación normal la concentración es más en delitos que suelen tener aparejada una pena que lleva a que las personas queden en prisión preventiva’.
En la misma línea, el fiscal nacional, Jorge Abbott, dijo que ‘entre el 18 y el 28 octubre aumentó el delito de robo en lugar habitado y bajaron los delitos de tráfico de drogas y hurtos, porque las personas han mutado hacia participar en estos hechos que han afectado a grandes y también pequeños establecimientos de comercios que se han visto afectados’.
En tanto, respecto de qué factores podrían incidir en la baja de prisiones preventivas, el jefe del Departamento de Estudios de la Defensoría Penal Pública, Rubén Romero, explicó que ‘para entender la diferencia en esta cifra es importante analizar el cambio en la tipología de delitos que se presentan habitualmente, ya que durante el período se registró un alto número de ingresos por desórdenes públicos, faltas y daños simples, que normalmente no reciben condenas con penas privativas de libertad’.
Medidas penitenciarias El coronel Eduardo Muñoz, inspector operativo de Gendarmería, explicó que desde que se inició la crisis se han tomado medidas especiales, como ‘aumentar la dotación con refuerzos de personal que cumplía labores en puestos especiales que no están en el trato directo con la población penal’.
También indicó que se habilitó un módulo en Santiago 1: ‘Como medida preventiva y dada la especial condición en la Región Metropolitana, habilitamos un módulo en el establecimiento penitenciario Santiago 1 para recibir imputados en esta contingencia’.
Pese a esta situación, según estadísticas de Gendarmería, el número de personas que ha ingresado a las cárceles en Chile durante la crisis ha disminuido en comparación al mismo periodo del año pasado.
Entre el 18 de octubre y 18 de noviembre de 2019 han entrado 2.521 imputados a penales de Chile y, en el mismo periodo de 2018, fueron 2.871, lo que significa una disminución de un 12% (ver infografía). Y entre el 18 de octubre y el 18 de noviembre de 2017 ingresaron 3.339 imputados a prisión, lo que equivale a un 26% menos que en el mismo periodo de este año.
¿Cómo se puede explicar que menos personas estén ingresando a la cárcel en un mes marcado por un alto número de detenidos por presuntos actos vandálicos? El ministro Lamberto Cisternas, vocero de la Corte Suprema, explicó que hay diversos motivos que podrían estar incidiendo en este resultado.
‘Un factor que tiene que influir es la circunstancia de que la gente llevada a control y formalizada no es tanto por delitos comunes, sino por situaciones motivadas del problema de las manifestaciones y líos callejeros. Entonces, no son cuestiones mayores que ameriten prisión preventiva’, explicó.
Consultado si puede estar bajando el nivel del trabajo preventivo de las policías, señaló que ‘en alguna medida sí, porque están estos otros elementos que podríamos llamarlos, que están concentrados por lo menos en los carabineros muchas de estas cuestiones de tipo callejero, violentas, etc. y no tanto en la persecución penal de los delitos que, además, pasan desapercibidos frente a la situación general. En cambio, en una situación normal la concentración es más en delitos que suelen tener aparejada una pena que lleva a que las personas queden en prisión preventiva’.
En la misma línea, el fiscal nacional, Jorge Abbott, dijo que ‘entre el 18 y el 28 octubre aumentó el delito de robo en lugar habitado y bajaron los delitos de tráfico de drogas y hurtos, porque las personas han mutado hacia participar en estos hechos que han afectado a grandes y también pequeños establecimientos de comercios que se han visto afectados’.
En tanto, respecto de qué factores podrían incidir en la baja de prisiones preventivas, el jefe del Departamento de Estudios de la Defensoría Penal Pública, Rubén Romero, explicó que ‘para entender la diferencia en esta cifra es importante analizar el cambio en la tipología de delitos que se presentan habitualmente, ya que durante el período se registró un alto número de ingresos por desórdenes públicos, faltas y daños simples, que normalmente no reciben condenas con penas privativas de libertad’.
Medidas penitenciarias El coronel Eduardo Muñoz, inspector operativo de Gendarmería, explicó que desde que se inició la crisis se han tomado medidas especiales, como ‘aumentar la dotación con refuerzos de personal que cumplía labores en puestos especiales que no están en el trato directo con la población penal’.
También indicó que se habilitó un módulo en Santiago 1: ‘Como medida preventiva y dada la especial condición en la Región Metropolitana, habilitamos un módulo en el establecimiento penitenciario Santiago 1 para recibir imputados en esta contingencia’.
Fuente: La Tercera