La muerte de Camilo Catrillanca podría ser el hecho político que marquemos como el inicio del descontento que mueve, tanto a quienes marchan pacíficamente como a los indeseados violentistas. Es así como a horas del aniversario del asesinato de Catrillanca, tememos por una nueva y aun más violenta jornada. Esto hace necesario que en horas se logre un acuerdo entre el ejecutivo y la oposición, esta nueva oposición, formada por la antigua concertación, y con actores nuevos y esenciales como el Partido Liberal. El acuerdo anunciado, deberá tener dos anuncios que se deberán cumplir, solicitándole a la ciudadanía que volvamos a la normalidad, mientras la clase política se le da tiempo para cumplir.

Lo primero, es acordar un plebiscito, antes de 50 días, para que la ciudadanía decida si quiere reformar a la CPR. Los que votemos que sí, deberemos elegir entre que lo haga el Congreso o una AC. Si llegara a ganar la AC, debe dictarse rápidamente una Ley orgánica constitucional que regule su funcionamiento y donde Servel sea garante de la transparencia y del proceso. Número de miembros elegidos democráticamente con paridad de género, en una elección con voto obligatorio, donde excluiremos a cualquiera que haya tenido cargo público alguno, en la que todo partido político constituido pueda presentar candidatos, en una elección nacional, y donde podremos dejar un porcentaje menor para sorteo de chilenos que no teniendo afiliación política se vean compelidos a cooperar. El cargo será de dedicación exclusiva y pagado, ya que será un trabajo enorme, sus miembros tendrán prohibición expresa de postular a algún cargo de elección popular en la elección más próxima, aquí nadie podrá beneficiarse personalmente. Este proceso debe tener un plazo (1 año y medio mínimo) para redactar la nueva constitución, habiendo oído a todas las organizaciones civiles que lo soliciten, y habrá un plebiscito de salida para aprobarla o rechazarla. Por mientras seguimos regidos de manera expresa por nuestra constitución.

Esto no basta, y no calmara las demandas de la ciudadanía, además, el presidente debe darle suma urgencia, y el congreso debe sesionar sin parar, hasta que antes de 30 días, se legisle sobre probidad, en especial delitos de cuello blanco, precios de los remedios, sueldo mínimo garantizado, pensiones, termino a la reelección INMEDIATA y rebaja de sueldos. Este es el desde a ofrecer a una ciudadanía asqueada con la desigualdad.

Cualquier salida a esto, debe involucrar a la Ciudadanía, y la ciudadanía también debe comprender que los partidos hacen democracia, sin ellos no hay solución, las urnas nos esperan para que Chile evite un quiebre institucional.