Un tribunal de Reino Unido, especializado en casos de Salud Mental, dictaminó que un hombre de 36 años con autismo debe poder mantener relaciones sexuales a pesar de que no comprende el concepto de consentimiento.

La magistrada Jennifer Mary Roberts consideró que el hombre, identificado como JB, quien tiene autismo con problemas cognitivos y vive en una residencia de apoyo, tiene un «derecho fundamental al sexo», a pesar de su condición.

Aunque el hombre no fue declarado culpable de ningún delito penal, su comportamiento hacia las mujeres hizo que las autoridades locales del lugar donde reside establecieran en 2014 un plan que limita algunas de sus libertades, según han informado medios británicos.

Esas autoridades querían mantener en pie esas limitaciones, pero la magistrada aseguró en el juicio que JB dejó «muy claro que quiere desesperadamente encontrar una novia con la que pueda desarrollar y mantener una relación».

El hombre «tiene derecho a cometer los mismos errores que todos los demás humanos pueden cometer, y cometen, durante su vida», agregó Roberts. Un psicólogo clínico remitió un informe al juzgado considerando que existe un «riesgo moderado» de que JB cometa un delito contra una mujer, particularmente a las mujeres más vulnerables. El hombre no puede comprender que el consentimiento es un factor relevante en una relación sexual y que tratar de mantenerla sin él es un delito, según ese informe.

El especialista aseguró que JB tiene «los límites sociales limitados respecto a las mujeres», y reconoce que es incapaz de «juzgar las reacciones de estas hacia él». También, indicó que había un riesgo en que el hombre pueda tocar de manera sexual a una mujer sin su consentimiento. El reporte advirtió que las mujeres vulnerables «que no tienen la capacidad de consentir relaciones sexuales» corren el riesgo de que JB «no reconozca o respete este hecho, lo que puede dar lugar a que se produzca una violación», según rescató el medio CTV News.

 

Aspecto fundamental de la humanidad

La magistrada, sin embargo, subrayó que el exigirle a JB demostrar que entiende lo que es consentimiento antes de permitirle mantener relaciones sexuales sería discriminatorio, ya que «le impondría una carga que una persona sin discapacidad podría no compartir».

«Él está deseando tener una compañera sexual y cree que las actuales restricciones representan una interferencia injustificada a su derecho básico a tener privacidad y vida familiar», recalcó la jueza. La sentencia aseguró que, «la decisión de mantener relaciones sexuales, es una expresión primordial de nuestra humanidad y existencia como seres sexuales. Es una parte esencial de nuestro ADN básico como seres humanos reproductivos», consigna Emol.

«Las relaciones sexuales constituyen un aspecto fundamental de nuestra humanidad, común a todos, independientemente de si un individuo sufre de algún tipo de discapacidad mental», agregó la jueza. El abogado Vikram Sachdeva, que representa a la autoridad local, consideró que la corte está eludiendo su «responsabilidad» y aseguró que apelará a la decisión del tribunal.