En una ceremonia encabezada por el Rector (s) de la U. de Chile, Rafael Epstein Numhauser, y el Decano de la Facultad de Derecho, Pablo Ruiz-Tagle Vial, se le entregó la Medalla Doctor Honoris Causa a la profesora emérita y ex Decana de la Universidad de Buenos Aires, Dra. Mónica Pinto.

En la actualidad la profesora Mónica Pinto se encuentra a cargo de impartir las cátedras de Derechos Humanos y Garantías Fundamentales y de Derecho Internacional Público en la Universidad de Buenos Aires, donde además se desempeña como Directora de la Maestría y de la Carrera de Especialización en Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Asimismo, ha sido profesora invitada en diversas Universidades como la Columbia Law School de Nueva York, la Universidad Pantheón Assas París 11, la Universidad Pantheón Sorbone París, la Universidad de Rouen, el Instituto de Derechos Humanos de Estrasburgo y la Universidad de Alcalá de Henares. También ha desempeñado labores docentes en la Academia de Derecho Internacional de La Haya y en el Instituto Interamericano de Derechos Humanos.

Actualmente, en el ámbito internacional, se desempeña como Presidenta del Tribunal Administrativo del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo e integra el Comité de Expertos sobre la aplicación de tratados y recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo. Es autora de una gran cantidad de artículos, libros, ensayos y entrevistas, lo que da cuenta de su amplio conocimiento, y de su pensamiento crítico en el área del derecho internacional general y de los derechos humanos.

El Decano Pablo Ruiz-Tagle reconoció a la profesora Mónica Pinto como una de las más destacadas juristas que actualmente tiene América Latina y que ha realizado una significativa contribución al desarrollo y fortalecimiento del derecho internacional general y del derecho internacional de los derechos humanos, así como a la enseñanza del Derecho. En este sentido, subrayó el fuerte vínculo entre la académica distinguida y la Universidad de Chile. «En lo que se refiere a su labor como decana de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, la profesora Mónica Pinto, mantuvo permanentemente una vinculación con nuestra Facultad de Derecho, reuniéndose periódicamente con sus Decanos para lograr una mayor coordinación y cooperación entre ambas Facultades», añadió el Decano.

Tales vinculaciones se reflejan en la celebración de las Jornadas Chileno Argentinas de Derecho Internacional, que desde el año 2015 han venido celebrándose anualmente, en forma alternativa en Santiago y Buenos Aires. «Estos encuentros han permitido a académicos y académicas de ambos países analizar en conjunto, confrontar posiciones o debatir asuntos de interés común, todo lo cual resulta importante de destacar en una situación como la que actualmente tenemos en la que Argentina y Chile se sienten cada vez más unidos por intereses comunes», complementó el Decano Ruiz-Tagle.

Dentro de su vasta trayectoria profesional, la profesora Mónica Pinto fue la única latinoamericana que integró el grupo de juristas que alegó en las audiencias orales ante la Corte Internacional de Justicia en defensa de Chile frente a la demanda de Bolivia, cuya resolución favorable a Chile fue conocida hace un año, el 1 de octubre de 2018. Este hecho fue destacado por el Rector (s) Rafael Epstein, quien sostuvo que «no es frecuente que a los litigios internacionales recurran juristas latinoamericanos. Y si bien aspiramos todos a que ello deje de ser una excepción, no resulta menos importante destacar estos aportes que hasta ahora han sido excepcionales»..

«Como Universidad de Chile nos parece especialmente relevante destacar a las académicas que han ejercido tan importante rol, especialmente en lo que al Sistema Internacional de Derechos Humanos respecta, más aún en tiempos donde se levantan voces que ponen en duda los beneficios y avances que han significado esta forma de resolución de controversias al amparo del Derecho Internacional», acotó el Rector (s) Epstein, destacando que la profesora Pinto es la primera mujer en recibir la Medalla Doctor Honoris Causa en la Facultad de Derecho de la U. de Chile.

Sobre el rol que desempeñó Mónica Pinto en el equipo jurídico internacional de defensa del Estado de Chile ante la CIJ, el profesor Claudio Troncoso, Director del Departamento de Derecho Internacional, resaltó «la tremenda apertura, el espíritu constructivo y la capacidad de trabajar en equipo de Mónica Pinto, que es esencial en la defensa de los intereses del país en casos de esta naturaleza y es propio de las y los grandes litigantes como ella».

“Mónica Pinto presenta también una dimensión que apreciamos: su cultura para exponer sus ideas y la finura de su razonamiento y expresión. Su contribución a Chile en la defensa de los derechos e intereses de nuestro país ante la Corte Internacional de Justicia es invaluable”, sentenció el profesor Troncoso.

Además de académicos, egresados y estudiantes, asistieron a la ceremonia la Ministra (s) de Relaciones Exteriores, Carolina Valdivia; el Embajador de Argentina en Chile, José Octavio Bordón; la Contralora Universitaria (s), Magdalena Gandolfo; el diputado Renato Garín; además de la Profesora Emérita de la Facultad de Derecho, Cecilia Medina.

Agradecimientos y charla magistral

Mónica Pinto – quien fue la primera decana mujer de la UBA – agradeció la distinción al Rector y al Decano, y señaló que la Universidad de Chile y la UBA eran similares, «las universidades que van adelante, las que permitieron que los hijos de los que bajaron del barco pudiéramos estudiar», dijo emocionada. Tras recibir la medalla y el diploma que la distinguen como Doctor Honoris Causa, se declaró honrada con tal reconocimiento. «Les agradezco las cosas tan importante que han dicho sobre mi participación en la causa entre Chile y Bolivia. Están acá todos los que compartieron conmigo, esas jornadas donde aprendí, cuyas críticas recibí y cuyas enseñanzas soy muy agradecida de haber tenido. La palabra medulosa de todos y cada uno, ayudó a que todos aprendiéramos, no solo para el caso, sino para la vida y el derecho», apuntó.

Posteriormente dictó la charla magistral titulada «La voluntad en la formación del Derecho Internacional Público: ¿Un orden jurídico a medida?», en la que profundizó sobre los orígenes de esta rama del Derecho. «El Derecho Internacional es un producto histórico que responde a la necesidad de los estados de relacionarse. Surge con los estados, surge cuando se cierra el medioevo y el fraccionamiento territorial logra consolidarse en un número muy pequeño de estados que necesitaban un lenguaje. Y básicamente, ese lenguaje lo va a dar el derecho internacional”, manifestó la profesora al comienzo de su exposición.

En este punto de la historia, la profesora Pinto relató que «los estados establecieron tres reglas iniciales, siendo la primera la igualdad jurídica, somos todos iguales; la segunda es que como somos todos iguales, ningún tribunal de ningún estado puede decir nada respecto del estado del lado; y por último, además de la inmunidad de jurisdicción, está la prohibición de intervenir en los asuntos internos». “Con estas tres cosas, el mundo del Derecho Internacional se largó a andar”, apuntó la profesora Pinto.

Tras establecer las normas para relacionarse, «el mundo del Derecho Internacional se transforma en un gran mundo descentralizado en el que los estados son sujetos primarios y necesarios del orden jurídico internacional, pero también agentes generadores de normas jurídicas”, añadió la académica de la UBA.

Es así como tras repasar la evolución en las relaciones entre los países y las circunstancias de diferentes causas llevadas ante tribunales internacionales, la profesora Mónica Pinto aseguró que «la existencia de un orden jurídico internacional que incluya normas de orden público, es un claro límite a la voluntad de los estados y es también la expresión de que, de una y otra forma, existen en una comunidad de derecho normas más importantes que otras, normas que no solamente dicen respecto de quien son oponibles, sino que también tienen consecuencias jurídicas muy especiales, son normas que los estados no pueden soslayar».

En esta línea, la profesora estima que el Derecho Internacional no se aleja de los criterios del derecho en general, ya que intenta que cada estado «pueda hacer su vida, pueda disfrutar de sus derechos” e intenta restringir los derechos de algunos “para lograr una suerte de bienestar general». “Creo que la voluntad juega un papel importante y que además es bien visible, porque aun cuando esta comunidad sea ampliada, los actores principales siguen siendo los estados, y los estados son solamente 200”, sentenció.