Mojgan Keshavarz, Monireh Arabshahi y la hija de esta, Yasaman Aryani, fueron condenadas a 55 años de prisión por su campaña pública a favor de abolir el uso obligatorio del velo en Irán. Estas tres activistas protagonizaron el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, un vídeo que se hizo viral en las redes sociales en el que aparecían descubiertas mientras repartían flores a mujeres que viajaban en el metro de Teherán. Un mes después fueron detenidas por las fuerzas de seguridad que les recluyeron en un régimen de incomunicación, según el organismo internacional. La Justicia impuso un castigo de 16 años para Arabshahi y la hija por «alentar la corrupción y la prostitución morales» y 23 años y medio a Keshavarz porque ella, además, cometió «insulto a lo sagrado».

Las tres mujeres fueron condenadas en un juicio en el que no se les permitió el acceso a sus abogados y en el que el presidente del tribunal las gritó e insultó. “Os haré sufrir a todas”, dijo el juez Mohammad Moghiseh, de la sección 28 del Tribunal Revolucionario de Teherán, según revelan las condenadas y consigna el portal Público. A sus letrados no se les ha dejado acceder al sumario ni defenderlas en la fase de apelación.

«Nos alarma que el arresto y las largas sentencias que han recibido estas mujeres estén directamente relacionadas con el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión y reunión en la lucha por la igualdad de género en Irán», declararon en un comunicado varios expertos en derechos humanos de Naciones Unidas, que hicieron un llamamiento a las autoridades para anular las sentencias. Una petición que recibió la negativa de las autoridades de la república islámica que considera que este tipo de actividades atentan contra la «seguridad nacional», consigna la ABC.

Amnistía Internacional (AI) se sumó al llamamiento realizado por la ONU y consideró que «las tres son presas de conciencia, recluidas únicamente por su campaña pacífica en contra de la discriminatoria legislación sobre el uso obligatorio del velo». La organización envió una carta al presidente de la Magistratura, Ebrahim Raisi, clérigo ultraconservador al que muchos expertos ven como sucesor de Alí Jamenei, para pedir su liberación y denunciar «un juicio injusto» porque «no se les permitió el acceso a sus abogados en ninguna etapa de los procedimientos».

Desde 2014 se suceden diferentes movimientos de protesta contra el uso obligatorio del velo, impuesto a las iraníes tras el triunfo de la revolución islámica en 1979. Activistas como Masih Alinejad han liderado desde el exilio campañas en las redes sociales como «Mi libertad oculta», en la que animaba a las mujeres a fotografiarse sin pañuelo, o «Miércoles blancos», que invita a las iraníes a usar ropa o pañuelos blancos este día de la semana en señal de protesta.

Ante la alta condena otorgada a las tres iraní, activistas del mundo han solicitado el pronunciamiento de la Unión Europea, quien hasta la fecha se ha mantenido silente.