Juró como la nueva presidenta del Tribunal Constitucional (TC) a las 8.50 del miércoles y comenzó un ajetreado primer día al mando. María Luisa Brahm, la sucesora de Iván Aróstica al frente de la institución, fue a su despacho, saludó a funcionarios y revisó los temas que propondrá para que sean vistos en la tabla del pleno la próxima semana. Como parte de su trabajo protocolar externo, mañana se reunirá con el presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito, y el lunes se reunirá con el presidente del Senado, Jaime Quintana (PPD).
Aún le falta agendar con el Presidente Sebastián Piñera y el titular de la Cámara, Iván Flores (DC). Entre sus causas prioritarias estarán aquellas cuya tramitación tienen un impacto masivo, como los requerimientos sobre la Ley de Armas y la Ley Emilia, las que están vinculadas a temas de derechos humanos, y otras de ámbitos muy diversos, como recursos vinculados a acceso a la información.
Entremedio de eso, el miércoles presidió su primer pleno, en el que informó a los ministros sus medidas a implementar. Ahí, la exjefa del segundo piso del Presidente Piñera durante su primer gobierno entregó los lineamientos en que basará su gestión. Entre ellos, dijo, está el cómo van a resolver el problema de la demora en la tramitación de las causas y así evitar su efecto más importante: la paralización de los procesos judiciales.
Y, en vez de decidir las causas que irán a la Primera o a la Segunda Sala del tribunal, lo que hoy es de facultad del presidente del organismo, Brahm quiere dejarlo al azar. Con esto, quiere evitar que una sala se lleve las causas más ‘llamativas’ desde el punto de vista constitucional, como las políticas o de derechos humanos. ¿Cuál será la fórmula para reorganizar al TC, que hoy debe ver más de 2.000 casos? Según Brahm transmitió a sus pares, hoy ingresan más casos de los que salen.
Para revertir eso y optimizar el tiempo, aumentarán la revisión de causas que ven por sesión. Hoy, en promedio, se revisan una o dos y el plan es llegar a analizar al menos cinco en cada reunión del pleno.
También, busca que se agrupen casos similares. Además, hoy se notifican en papel muchas resoluciones, las que pretende hacer desaparecer. El 60 % de las notificaciones en papel que hace el TC se dirigen a La Moneda y Brahm ya cuenta con un borrador de convenio que firmará con la Segpres para hacerlo a través de correo electrónico. Otro tema que le interesa es cultivar buenas relaciones con otras instituciones del Estado.
Esto, luego de que en marzo Haroldo Brito se quejara de la demora en la tramitación de causas de DD.HH. cuando llegaban al TC. En ese sentido, Brahm ordenó publicar en el sitio web del TC un cuadro con el estado en que se encuentran esas causas.

Fuente: Emol