Acompañó sus calificaciones históricas, que en su mayoría son ‘sobresalientes’; un certificado del Colegio de Abogados, que indica que nunca se recibieron reclamos e su contra; un informe de su gestión, cuando presidió la Corte de Apelaciones de Rancagua, y otra serie de documentos que cree pueden acreditar su buen desempeño en el Poder Judicial.
El suspendido ministro del tribunal de alzada rancagüino Marcelo Vásquez se juega sus últimas cartas previo a que mañana se revise su situación en el pleno de la Corte Suprema.
Vásquez -al igual que su par Emilio Elgueta- enfrenta los cargos formulados en la investigación disciplinaria que instruyó la ministra y suprema Rosa María Maggi, por tráfico de influencias y por afectar gravemente el deber de integridad de un juez.
Tras ello, el máximo tribunal aprobó en julio pasado la apertura del cuaderno de remoción y la sanción de cuatro meses de suspensión para ambos. En el caso de Vásquez, la decisión fue dividida; en el de Elgueta, unánime. Este último se encuentra imputado además en una investigación penal, que encabeza el Ministerio Público.
Mañana, entonces, debería resolverse por el pleno si se dispone o no el alejamiento de los jueces.
Junto con la documentación acompañada, el ministro Vásquez remitió también una extensa carta al presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito.
Y, según se lee en esa comunicación, por una parte, pide que se examine la ‘proporcionalidad’, advirtiendo que ‘dentro del marco de la objetividad’ y mirando ‘de manera individual las conductas’, a su juicio y el de algunos integrantes del máximo tribunal, ‘no pueden tildarse (sus conductas) como de extrema gravedad’, por lo que -cree- ‘no podrían justificar una sanción expulsiva’.
Por otro lado, el juez abre la puerta a los supremos a que con ‘la más plena libertad por razones de buen servicio’ se le traslade a otra jurisdicción que ‘estimen pertinente’. Y eso, expresa en el texto, ya sea a un ‘desempeño similar o de fiscal judicial o facilitar la opción de una permuta, como lo determinen’, lo que recuerda ‘ha acaecido en casos pretéritos de mayor magnitud, sin disidencias en faltas atribuidas y decisión de apertura de cuaderno (de remoción), a diferencia de lo que acontece en el presente caso’.

Fuente: El Mercurio