La Corte Suprema acogió recurso de nulidad y ordenó al Juzgado de Garantía de Quilpué la realización de un nuevo juicio por no dejar constancia escrita de la sentencia condenatoria dictada en abril pasado, en contra del recurrente.

En fallo unánime (causa rol 11.978-2019), la Segunda Sala del máximo tribunal –integrada por los ministros Carlos Künsemüller, Lamberto Cisternas, Manuel Antonio Valderrama, Jorge Dahm y Juan Manuel Muñoz Pardo– ordenó la realización de un nuevo juicio oral simplificado, tras establecer que la norma legal exige que la sentencia sea registrada por escrito íntegro.

«Que si bien de la lectura del artículo 39 del Código Procesal Penal pudiera desprenderse que bastaría con que la sentencia sea dictada en un registro de audio y quede, por lo tanto, íntegramente registrada en aquél, ocurre que el artículo 396 del mismo cuerpo de normas, que se refiere a la realización del juicio oral simplificado –cuál es el caso de autos-, señala de modo expreso que la sentencia debe ser comunicada mediante ‘texto escrito‘, no quedando dudas de que la sentencia debe ser incorporada al registro por escrito y de manera íntegra», sostiene el fallo.

La resolución agrega que: «Tal y como lo ha sostenido esta Corte en los pronunciamientos emitidos en los autos Rol N° 10.748-2011, de cuatro de enero de dos mil doce, y Rol N° 11.641-2019, de veintisiete de junio de dos mil diecinueve, es cierto que la celeridad en los procedimientos debe ser aplaudida, pero ello no supone que deban olvidarse en el camino las obligaciones que pesan sobre el tribunal, como tampoco el derecho que tienen los intervinientes a recibir una copia íntegra y legible de la sentencia, la misma que debe remitirse a la Corte correspondiente en cumplimiento de lo prevenido en el artículo 381 del Código Procesal Penal».

«(…) como colofón –continúa– de lo antes expuesto y razonado, es posible concluir que tanto la sentencia que recae en el procedimiento ordinario, como aquella que se pronuncia en un juicio oral simplificado, deben ser escrituradas, aunque ello se haga inmediatamente después de terminada la audiencia en que se pronunciaron en forma verbal, lo que no aconteció en la especie, toda vez que consta del mérito de los antecedentes que solamente se transcribió la parte resolutiva del fallo que se impugna –pese a que la defensa instó por obtener su texto íntegro-, lo que denota que el juez de la instancia no dio cumplimiento oportuno a dicho mandato».

«Por lo demás, esta Corte ha advertido que en algunos tribunales se ha hecho práctica común, tratándose de juicios orales simplificados –en los que por cierto no ha existido un admisión de responsabilidad por parte del requerido-, registrar únicamente la parte resolutiva de las sentencias, lo que no se ajusta a los derechos que les asisten a los intervinientes en el proceso penal y tampoco respeta sus garantías constitucionales, de modo que la infracción anotada, precisamente porque viola el derecho al proceso legalmente tramitado, conforma también un motivo de invalidación de acuerdo a lo señalado en la causal de la letra a) del artículo 373 del Código Procesal Penal, motivo por el que el recurso de nulidad incoado por la defensa del encartado será acogido», añade la resolución.

Por tanto, concluye que: «se acoge el recurso de nulidad deducido por la Defensoría Penal Pública en favor de Brian Andrés Pinto Esparzay en consecuencia, se invalidan la sentencia de veintidós de abril de dos mil diecinueve y el juicio oral que le antecedió, en el proceso RIT N° 2.489-2017, RUC N° 1700961194-0, del Juzgado de Quilpué, y se restablece la causa al estado de realizarse nuevo juicio oral ante tribunal no inhabilitado».