Como todos los días, a las 8:30 horas de ayer, la ministra María Angélica Repetto llegó a su oficina en la Corte de Apelaciones de Valparaíso.
Pero no fue cualquier día. Esta vez la esperaban 90 personas en el hall de la Corte, entre funcionarios, abogados, compañeros, ministros que, en medio de aplausos y con rosas ecuatorianas de color rosa pálido, le manifestaron su aprecio y admiración, tras ser aprobado ayer su nombramiento como nueva integrante de la Corte Suprema.
‘Es una persona muy cercana. Siempre se ha preocupado de todos. Ella, además, ha asumido por años el bienestar del Poder Judicial en Valparaíso, que le da mucho trabajo y es ad honorem’, dijo el ministro de la Tercera Sala, Pablo Droppelmann, uno de sus mejores amigos en la Corte.
Silvana Donoso, la ministra de la Segunda Sala porteña, coincidió con Droppelmann al manifestar que ‘es muy querida en la Corte, por los funcionarios, por sus compañeros. Tiene muy buen trato, muy cercano, con todos’.
Cuenta que durante la semana clave en su nominación, ‘trabajó todos los días. Ayer (el miércoles), que fue la votación en el Congreso, ella estaba aquí en la Corte y miró la votación en la tarde por streaming. Y siguió trabajando’.
Muy preocupada por las causas, muy estudiosa y, definitivamente, ‘justa’, es como la califican sus compañeros.

‘No piensa uno que merece tanto’
La homenajeada se veía feliz. ‘No piensa uno que merece tanto’, comenta, junto con considerar la sorpresa como ‘muy emocionante. No esperaba tanto cariño de tantas personas’.
Considera su nominación como un reconocimiento para las regiones, ‘y la alegría que nosotros vemos es justamente en eso, como también el hecho que sea mujer y que vamos hacia la igualdad de género en la Corte Suprema’.

‘Situaciones dolorosas sirven para mejorar’
Su nuevo cargo lo toma como ‘un gran desafío que hay que asumir con la mayor responsabilidad, pero hay que vivir día a día’, señala, con una expresión que parece guiar su existencia.
De política, responde: ‘Los judiciales no tenemos ningún color político, nuestra política es hacer justicia solamente’.
Consultada si mantendrá su costumbre de abstenerse en casos de derechos humanos porque es pariente del exministro del Interior de Pinochet, Ricardo García, responde: ‘No sé, esa es una materia que voy a tener que reestudiar a lo mejor’.
Sobre el actual cuestionamiento a la justicia, comenta: ‘Mire, yo soy una persona muy optimista. Cualquier problema, falencia o situaciones que puedan ser dolorosas sirven siempre para mejorar lo que haya que mejorar. Y hay que estar siempre con ese espíritu optimista frente a los problemas, creo yo. Todo se puede solucionar’.

Fuente: El Mercurio