El presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito, se refirió a la libertad profesional de los abogados en la ceremonia de juramento de nuevas y nuevos abogados realizada en el Salón de Honor del Palacio de Tribunales.

La autoridad señaló  que «la libertad de defensa es un instrumento que fortalece a los abogados, pues aquella puede ser invocada para repeler presiones de su representado para que actúe del modo que su mandante espera. Se trata de proteger al abogado de la invasión de la esfera técnica y ética de la defensa, que sólo a él compete».

Agregó que «garantizar la libertad profesional implica indudablemente reconocer límites, los cuales se cristalizan en deberes de conducta para los abogados lo que, expresado de otro modo, significa que la estrategia a seguir y los medios a utilizar no pueden ser ilícitos o injustos, ni utilizar el fraude como forma de eludir las leyes».
El presidente Haroldo Brito enfatizó a las y los abogados que juraron  que «aceptar la defensa de un caso, exige brindar a quien ha confiado en el defensor toda la experiencia, el conocimiento, y compromiso de que se disponga. Es importante que sean conscientes que sus clientes confiarán en sus capacidades profesionales».
Esta fue la trigésima novena ceremonia del presente año, ascendiendo a 1975 los profesionales titulados a la fecha.