El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Haroldo Brito, se refirió al contenido y alcance de la dignidad profesional de los abogados con motivo de una nueva ceremonia de juramento realizada en el Salón de Honor del Palacio de Tribunales.

«Sin derecho de defensa no hay justicia y sin justicia no puede haber Estado de Derecho» manifestó la máxima autoridad. «Abogadas y abogados, en el ejercicio de la alta función que les ha sido encomendada, no son meros colaboradores de la Justicia sino un elemento fundamental del sistema jurídico en general y del sistema de justicia en particular» indicó.
Agregó que «la dignidad, su reconocimiento, es una exigencia de la alta función social encomendada a la abogacía que opera a la vez como una virtud profesional que genera legitimidad y como una fuente de compromisos éticos en el actuar».
El presidente Haroldo Brito estableció «que la dignidad inherente a la función del abogado no se traduce más que en la obligación que tiene éste de cumplir con el deber que le ha sido encomendado con arreglo a los principios y virtudes que deben presidir su actuación».
Cuarenta y nueve abogadas y abogados juraron en la trigésima octava ceremonia del presente año, ascendiendo a 1925 los profesionales titulados a la fecha.