El presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito, se refirió hoy al delito de tortura. Ello con motivo de la ceremonia de juramento de cuarenta y ocho nuevas y nuevos abogados ante el tribunal pleno y en el contexto de la conmemoración del «Día internacional en apoyo a las víctimas de la tortura», el 26 de junio pasado.
La tortura, indicó «es uno de los crímenes más aborrecibles en el Derecho Internacional, por cuanto busca destruir la personalidad de la víctima despreciando la dignidad intrínseca de todo ser humano. Es por esto que su práctica sistemática y generalizada constituye un crimen contra la humanidad».
En ese sentido, recalcó el presidente Brito, rememorar  este día  «se trata de una oportunidad para reafirmar la decisión colectiva de prohibir la tortura y todos los tratos o castigos crueles, inhumanos y degradantes y apoyar a sus víctimas. También permite hacer evidente la mayor eficacia de estas acciones cuando se desarrollan al alero del Derecho Internacional y de sus órganos, pues es claro que actúan precisamente porque son los Estados, y no las personas naturales, los que afectan los derechos de sus nacionales, privándolos de la protección debida que las Constituciones establecen».
Esta fue la trigésima séptima ceremonia del presente año, ascendiendo a 1876 los profesionales titulados a la fecha.