El presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito, reflexionó sobre la importancia de los derechos económicos, sociales y culturales. Ello, en el contexto de una nueva ceremonia de juramento de nuevas y nuevos abogados.
La autoridad indicó que «uno de los grandes debates acerca de estos derechos ha girado, precisamente, en torno a su naturaleza, pues algunos siguen afirmando que su falta de exigibilidad les restaría el carácter de derechos fundamentales, al tiempo que su efectiva realización estaría supeditada a la capacidad económica de los Estados, por lo que solo representarían aspiraciones, meras expectativas o normas programáticas».
No obstante, indicó, «pese a la limitación del artículo 20 de la Constitución Política, el mayor desarrollo en el reconocimiento de estos derechos se encuentra en la jurisprudencia de esta Corte relativa a los recursos de protección, que los ha garantizado por vía indirecta, principalmente a través de los derechos fundamentales a la igualdad y propiedad».
El presidente de la Corte Suprema  recalcó que «el desarrollo de estos derechos ha ido a la par con el proceso de democratización de la propia sociedad, lo cual ha llevado a los jueces a considerar nuevas formas de argumentación, como la técnica de la ponderación o los principios de progresión o no regresividad; todo, en vistas a una actualización más efectiva del contenido material de las normas constitucionales, más cercana a los consensos vigentes en nuestra sociedad y al respeto y cumplimiento de los compromisos suscritos por el Estado en el ámbito internacional».
Agregó que, no obstante, continuarán los debates acerca de su contenido y extensión: «hoy su reconocimiento y protección como derechos fundamentales y prestacionales, con plena exigibilidad y posibilidad de judicialización, no admite vuelta atrás».
En esa línea, el presidente Haroldo Brito hizo un llamado a las nuevas y nuevos abogados a  «considerar el rol que les compete en el respeto, protección y vigencia de los derechos económicos, sociales y culturales, como garantía de mayor igualdad y solidaridad entre las personas y a la vez como expresión de los actuales consensos sociales».
Esta fue la vigésima séptima ceremonia del presente año, ascendiendo a 1336 los profesionales titulados a la fecha.