El fiscal jefe de Rancagua, Javier Von Bishouffhausen, anunció esta tarde que se ingresó la acusación en contra del excanciller del Arozbispado, Óscar Muñoz, por presunto abusos sexuales y violación y pidió contra el sacerdote cuatro penas que suman 41 años de cárcel.

La acusación fue ingresada el lunes al Juzgado de Garantía de Rancagua por el recién suspendido fiscal regional de O’Higgins,Emiliano Arias, y la persecutora Andrea Rocha. De esta forma, la presentación de este documento fue una de las últimas actuaciones de Arias antes de ser suspendido.

De acuerdo al escrito, al que accedió La Tercera, Muñoz “es nombrado canciller del Arzobispado de Santiago el 9 de junio de 2011, cargo que comenzó a ejercer en propiedad el 25 de julio de dicho año hasta el 5 de enero del 2018, una vez que el juez instructor, presbítero Jaime Ortiz De Lazcano Piquer asumiera la investigación canónica previa contra el imputado, encontrándose suspendido su ejercicio sacerdotal hasta la fecha”.

En el texto se señala que mientras ocupó este cargo, Muñoz “valiéndose de su ordenación sacerdotal, ademas del nexo de parentesco con algunas de las victimas, ganó la confianza de los padres de los menores de edad afectados, y de esta forma estos autorizaban a sus hijos a participar de actividades pastorales, acompañar al imputado en sus actividades eclesiásticas e incluso pernoctar en las viviendas utilizadas por el imputado, quien ademas se valía de la influencia que tenia en los jóvenes para realizar distintos actos de significación y relevancia sexual, manteniendo dichas conductas silenciadas”.

Luego se detallan cuatro hechos en las que Muñoz habrían sido el protagonista.

Hecho 1: Aquí, relata la acusación fiscal, que en fechas indeterminadas de 2006, en una residencia en la calle Marathon, en Macul, Muñoz realizó reiteradamente actos de significación sexual y relevancia en contra de un niño de iniciales F.A.G.P, nacido en noviembre de 1992. Según el documento, realizó abusos contra el menor. “Estos hechos los ejecutó en ocasiones en que el niño visitó el domicilio del imputado autorizado por sus padres, por la confianza depositada en éste en razón de su oficio y el vínculo de parentesco que los une”, dice.

Hecho 2: Se relata que en un día indeterminado también de 2009 en el mismo domicilio de Macul, Muñoz realizó “tocaciones de significación sexual” a un niño de iniciales L.A.C.P., nacido en marzo de 1997. Según el documento, el delito habría ocurrido mientras el menor estaba acostado para dormir.

Hecho 3: Se señala que otro día del mismo año, en la casa de la Parroquia Inmaculada Concepción de Maipú, Muñoz aprovechó su calidad de sacerdote y guía espiritual del menor de iniciales F.J.C.B, nacido en mayo de 1993, para abusar de él.

Hecho 4: Según la acusación, aprovechándose de guía espiritual del niño de iniciales T.A.A.A., nacido en julio de 1999, y “de su incapacidad para oponerse, atendida la manipulación emocional y el abuso de conciencia ejercido con el menor, Muñoz comenzó a realizar distintas conductas de significación sexual”, las que fueron intensificándose con el transcurso de los años. Así fue como durante 2014, 2016, 2016, 2017 y 2018 en la casa de la Parroquia Inmaculada Concepción de la comuna de Maipú y en la sede parroquial Santa María de la Aurora de Maipú, en varias ocasiones realizó, según la fiscalía, tocaciones al menor e incluso lo violó más de una vez.

Como medios de prueba, la fiscalía presentó a 49 testigos. Entre ellos, a las víctimas de Muñoz; al obispo Galo Fernández, actual administrador apostólico de la Diócesis de Talca y al sacerdote Jaime Ortíz de Lazcano, administrador apostólico de la Diócesis de San Felipe y vicario judicial del Arzobispado de Santiago.

Por esta causa además, se encuentra en calidad de imputado el cardenal y exarzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, indagado por eventual encubrimiento.

Fuente: La Tercera