Por el profesor Felipe Bravo, profesor de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile:

Durante el primer semestre de 2018, del total de reclamos que el Sernac recibió por problemas con las tarjetas, un 16 por ciento expresó como motivo transacciones realizadas y que los consumidores no reconocen como propias. Esto en el caso de los bancos, ya que en plásticos del retail, el 8,9% de las personas se quejó al organismo por esto. Clonación o fraude son delitos cada vez más comunes a medida que el número de tarjetas crece en los bolsillos de las personas y, cuando sucede, generalmente resulta ser un lío recuperar el dinero robado mediante estas tácticas de los delincuentes, pese a que se estén pagando seguros por ello. Sin embargo, hay un proyecto de ley en el Congreso que busca acabar con esto.

La semana pasada, la comisión de Economía de la Cámara de Diputados aprobó una legislación, presentada por senadores en 2017, que busca traspasar toda responsabilidad de cualquier fraude por el uso de tarjeta de crédito y débito a los bancos. Es decir, el cliente ya no sería responsable de demostrar que no realizó alguna transación que no reconoce como propia. Es más, las entidades bancarias deberán restituirle sin mediar ningún problema a su cliente el dinero sustraído del plástico que pudo haber sido, por ejemplo, clonado.

‘Lo que el proyecto de ley señala es que las instituciones financieras no pueden hacer responsables a los clientes después de haber dado aviso del robo o extravío de sus tarjetas o claves de internet y, por ende, no pueden pedirle a los clientes que ellos acrediten que no hicieron uso de sus tarjetas’, explica Felipe Bravo, profesor de Derecho Económico de la UC. El académico destaca que esta norma va más allá de la actual ley vigente de 2005, ya que también incluye a los plástico de débito, y los casos de clonaciones y transferencias.’Hasta ahora, la responsabilidad era de los usuarios de las tarjetas y, con esta modificación, la responsabilidad sería de los bancos o las instituciones que emitan las tarjetas y el usuario no tendría ninguna responsabilidad en estos casos’, añade Marcelo Godoy, director del magíster en Derecho de la Empresa de la U. Mayor, sede Temuco.

Chao seguros

Es común que cuando se obtiene uno de estos plásticos al abrir una cuenta corriente o cuando la ofrecen en una multitienda, casi por osmosis viene aparejado un seguro precisamente contra fraudes y que, se supone, sirve para cubrir los dineros malhabidos por los delincuentes. De aprobarse esta ley, eso se acaba. Así, el proyecto de ley prohíbe ofrecer estas coberturas dedicadas a riesgos o siniestros por el uso fraudulento de tarjetas o datos bancarios. ‘Como no hay nada que probar por parte del usuario, ellos (los bancos) deben restituir rápidamente estos dineros o estos cargos y le toca a la institución probar el fraude’, subraya Godoy.

Pero, ¿qué sucede si me doy cuenta después de que me clonaron la tarjeta? Al respecto, Bravo remarca que ‘el proyecto de ley señala que incluso las operaciones realizadas antes del aviso podrán ser reclamadas por los consumidores, dentro del plazo de cinco días hábiles, y siempre que no sean anteriores a 30 días desde la notificación’, por lo que los usuarios tendrán margen para recuperar todo lo eventualmente sustraído a través de delito. Una vez votada por la sala de la Cámara de Diputados, la iniciativa debe volver al Senado y, si se aprueba sin cambios, quedará lista para ser promulgada.

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